lunes, 12 de mayo de 2008

Nos dió la palabra.

Dicen los neurólogos que no se puede concebir el desarrollo del cerebro sin el progreso simultáneo del lenguaje o, dicho de otra forma, no podemos tener ideas si no tenemos palabras con las que describirlas. Por eso, nuestro amigo Lucas creó un espacio donde, de forma gratuita, e incluso anómina el que quisiera, pudiera ponerle palabras a sus ideas, y compartirlas. Discutir las ideas en un foro fue cosa de los griegos, y hay quien dice que el perfil de Lucas quedaría estupendamente en un dracma, aunque fuera medio belga y medio mijeño. Lucas era un hombre de palabra. Y por eso, a diferencia de muchos extranjeros, aprendió español mejor que muchos mijeños. Y disfrutaba hablando, daga igual el tema que se tratara. Y como vio que la gente hablaba poco en Mijas, creó una web para el conocimiento de muchos asuntos, y los foros para que todos nos comunicáramos.

Todo ésto lo hizo sin llamar la atención, sin esperar nada a cambio. Lo hizo porque disfrutaba con ello, y porque sabía que estaba bien. El agradecimiento de muchos de nosotros llega ahora tarde, cuando él no puede oirlo. Pero si Telefónica no lo impide, la señal wifi llegará hasta donde Lucas esté y seguro que entra en el foro y revisa los mensajes. Si no contesta, lo hará por pasar desapercibido, por no molestar.

Creyentes o no creyentes en una vida posterior, el recuerdo de Lucas nos ayuda a seguir adelante, a buscar el dialogo y huir de la confrontación, a convertir nuestra vida en un verdadero foro, compartiendo penas y alegrías, derrotas y victorias. Su muerte es una derrota de todos nosotros, pero a la vez un motivo de esperanza. Porque la gente como él nunca se muere del todo, siempre nos quedará su recuerdo.

Hasta pronto, Lucas.

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