lunes, 5 de mayo de 2008

Demolition Man

Así se conoce ya en Mijas al alcalde, que todavía no lleva un año en el cargo. Y efectivamente, tendrá que haber demoliciones, igual que hay gente que perderá su trabajo o matrimonios que acabarán en divorcios. Pero el trabajo de un buen político es que las cosas llegen a su buen fin, es decir, aquel para el que fueron creados. Y si el destino de una vivienda es ser habitada y no demolida, habrá que analizar los motivos de este mal fin o excepción. Y no hace falta pensar mucho para deducir que esta situación viene provocada por los siguientes hechos:

* Falta de suelo urbano. Parece inconcebible que en un municipio tan grande, no hay sitio para que las familias de toda la vida puedan edificar su vivienda rural, como a los mijeños nos gusta vivir, sin ruidos ni molestias. Pues no, con el fin de subir el precio del suelo, y así gestionar convenios muy beneficiosos para el Ayuntamiento (supongamos que sólo para el Ayuntamiento), se ha restringido al máximo el suelo urbano, haciendo así que suba su precio, y por tanto el de las viviendas, precios que solo han podido afrontar gente de fuera, o bien mijeños con mucho valor y con 30 ó 40 años por delante para pagar su hipoteca

* Falta de respeto al Ayuntamiento de Mijas en particular, y a la ley en general. Si no se puede construir en suelo rústico, pues no se construye y fin. Pero es que luego vemos lo que sale publicado en algunos periódicos y nos damos cuenta de la diferente vara de medir. No hacer cumplir las normas es, además de prevaricación, una buena forma de desalentar su cumplimiento. Cámbiese la norma si es injusta, pero mientras, cuplámosla todos.

*Dejadez, incompetencia e incluso complicidad. Pues no se puede entender que, a ojos de todo el pueblo, se construyan casas, naves comerciales, almacenes de materiales de construcción o muchas otras cosas y que nadie se de cuenta. Parece que el Ayuntamiento ha contratado a un notificador sin carnet de conducir, con lo cual necesita ademas un chófer, pero hasta ahora no creíamos que hubiera contratado a un inspector de urbanismo ciego. No lo descartamos, pero si es así, todavía no lo sabíamos. La incompetencia para que la normativa municipal sea clara y sobre todo ágil, se une a esta tortilla de ingredientes.

* Irracional desarrollo urbanístico. Solo así se puede calificar lo permitido en Mijas en estos últimos años. Aquí se ha permitido el desarrollo de urbanizaciones, es decir, suelo urbano pero a medias, diseñado solo para turistas ricos y mayores. Turistas para que así no vivan todo el año, y por supuesto no se inmiscuyan votando en la administración municipal. Ricos porque, además de pagar un IBI muy superior a los demás, van a pagar por los servicios que quieran y, si no, sencillamente no los van a tener. Y mayores porque no les vamos a poner ni escuelas, ni centros de salud, ni hospitales, ni zonas de equipamiento, ni mucho menos aparcamientos o guarderías. Que vengan solo cuando estén sanos y alquilen un coche.

El problema es que algunos de estos extranjeros se han quedado, otros han vendido sus viviendas a españoles de la zona, y entre todos hemos hecho que Mijas crezca en estos últimos años, Y todos queremos lo que nos prometieron (por ley) y nos merecemos (por ser ciudadanos y contribuir con nuestros impuestos): servicios. Y no tenemos estos servicios.

Muchos, todos los que hemos pagado por una casa legal, no queremos ahora pagar para que alguien se vea beneficiado. Comprar una vivienda ilegal, o construirla en suelo legalmente autorizado para ello, significa que alguien ha entregado una parte de ese suelo al Ayuntamiento para el famoso equipamiento, y también ha cosntruido unas infraestructuras. Quien construye una vivienda ilegal no ha contribuido ni a lo uno ni a lo otro.

Efectivamente, se trata de una "patata caliente" que ha caido en las manos de este alcalde. Pero precisamente por ser nuevo, no debería sentirse atado por errores u compromisos de otros. Y debe ser valiente para tomar algunas medidas con sentido común

1º) Publicación en la página web del Ayuntamiento de todas las fotos aereas del municipio, de forma que nose permita NI UNA CASA MAS SIN LICENCIA. Obviamente, esto pasa por contratar inspectores y policía local que no sean ciegos, o que no cierren los ojos ante cualquier construcción. Una ordenanza que prohiba verter hormigón o colocar contenedores en obras donde no conste la licencia también ayudaría un poco, ¿verdad?

2º) Revisión de TODAS las viviendas construidas ilegalmente, que pasarán a llamarse viviendas irregulares, y que tendrán que:

* Pagar una compensacion por el suelo para equipamientos que no han dejado.
* Pagar una compensación por la infraestructura que no han hecho.
* Pagar el IBI desde que la vivienda se terminó.
* Habitarla de forma permanente (minimo 2 personas empadronadas)
* Prohibición de venderla en el plazo de 10 años.

Comprendemos que hay muchas familias que se han visto obligadas a construir para sus hijos una casa en el campo. Todos tenemos hijos, y a todos nos gustaría que nuestro hijo se pudiera haber consrtuido una casa por 30.000 euros y no pedir una hipoteca de 300.000. Pero lo que no vamos a consentir es que haya gente que gane dinero a cuenta de los demás.

3º) Ejecución de las obras de infraestructura a cargo del Ayuntamiento, con el dinero abonado por esos vecinos.

Limitarse ahora a decir que las demoliciones son culpa del Partido Popular o vienen dadas por imperativo legal o por la junta de Andalucía es esconder la cabeza. Saque la cabeza, señor alcalde, cumpla con sus responsabilidades y gánese el sueldo.

No hay comentarios: