miércoles, 16 de febrero de 2011

El desafío de Acosol




No podía ser más oportuno el título. En plena época electoral, cuando su gerente tiene el "corazón partío" entre conseguir la alcaldía de Marbella o conseguir el dinero para pagar la compra de Mijagua, vemos que Acosol dedica sus esfuerzos (y mi dinero), a patrocinar un combate de boxeo.

¿Se corresponde con el principio de no violencia que, se supone, defiende el PSOE?

¿Reclamará Bibiana que haya boxeadoras para cumplir la igualdad?

¿Dejará Pajín fumar, o insistirá en que es malo para la salud, pero pegarse guantazos hasta caer al suelo es ahora un deporte?

¿Defendemos a los toros prohibiendo las corridas, y patrocinamos palizas a personas?

Seguro que cuando los 11 pueblos de la Mancomunidad crearon Acosol, estaban pensando precisamente en el patrocinio de combates de boxeo.

Me temo que el PSOE está como la página web del espectáculo....kasikao

domingo, 13 de febrero de 2011

Cuan largo me lo fiais

Veinticinco años es mucho tiempo, sobre todo para el que espera cobrar 28 millones de euros. Redondeando, hablamos de un millón de euros por año, unos 115 euros por hora. Una hora detrás de otra, así durante un día, y otro, y otro, hasta 25 años.

¿se imaginan una empresa ganando este dinero, un millón de euros al año durante 25 años? ¿quién estaría dispuesto a garantizarlo?

Lógicamente, antes de garantizar una cosa así, cualquier persona estudiaría la empresa. Vería sus antecedentes, es decir, lo que ha ganado en los años anteriores. Estudiaría la preparación del personal, los méritos acreditados para acceder al puesto que desempeñan. También verificaría que las retribuciones fueran las habituales del sector, y que la jornada laboral se cumpliera con eficiencia y control. Por supuesto, un plan de negocio es imprescindible, porque una empresa solo gana dinero si es capaz de ampliar su base de clientes, mejorar su producto y mantener su competitividad.

Incluso así, un analista profesional estudiaría las garantías, en caso de que la operación no saliera bien. Y antes, habría estudiado otras posibilidades de inversión, porque cuando se tienen 25 millones, hay muchas cosas que se pueden hacer.

Es posible que a nadie de Acosol le importe mucho si recuperan o no ese dinero, pero un banco es un banco, y no va por ahí prestando dinero para no recuperarlo. Y una caja de ahorros, tampoco.

Por eso, cuando el representante de Acosol acude a un banco a pedir 25 millones de euros, la respuesta no podía ser otra: CUAN LARGO ME LO FIAIS.

martes, 1 de febrero de 2011

El alcalde que no fue.

Llegó a destiempo, como el tapón que se intenta poner a una botella de champán ya abierta. Aguantó lo que pudo, a pesar de que no fue el pueblo quien le eligió, sino el egoísmo de un alcalde que puso precio a su honradez, y la cobardía del número 2, que reconoció que en la retaguardia se vive mejor. Salió, dicen, por dolor de corazón, que no podía soportar más la presión de las burbujas, que es como se llama a la gente que aspira a subir en las listas electorales a base de aire.

Gris es la palabra que mejor le define. Sin pena ni gloria, dirán otros. No, su nombre no se escribirá en letras de mármol en la historia de Mijas, y su partido le dejará al margen de otras prebendas. Volverá a su colegio tranquilamente, y con un poco de suerte se jubilará a los 60 con la pensión máxima.

¿Y Mijas? Hace ya tiempo que el socialismo dio Mijas por perdida. El que fue uno de los pueblos mas ricos de España cuenta ya por cientos los pleitos de acreedores, hartos de esperar ese dinero que nunca llega. Y esta parece ser la gota que ha colmado el vaso, pues los bancos ya no dan tan fácilmente los 25 millones de euros que necesita Acosol para la encomienda de gestión de una sociedad que no produce beneficios, y cuyos ingresos solo pueden decrecer, tras los años dorados.

Se va nuestro alcalde, vuelve a su puesto de enseñante, quizá la mejor profesión del mundo, siempre que uno sepa mas que el alumno, y disfrute compartiendo esos conocimientos. Una pena que no haya sabido manejar Mijas mejor, no ha sido capaz de sacar la revisión del PGOU adelante, no ha sabido encontrar una solución a las irregulares, el Parque Empresarial sigue sin licencia para construirse, hacer el hospital que la Junta no quiere pagar nos costará soportar un nuevo barrio de 6.000 viviendas en zona inundable. Eso sí, se va con la conciencia tranquila de haber hecho funcionarios a un 25% de los contratados por el anterior régimen, siguiendo siempre los méritos de amistad y parentesco, mucho más sólidos que los de preparación y capacidad, ya pasados de moda.

Se va nuestro alcalde, al fin, con la tranquilidad de saber que no faltarán 6.800 euros diarios para que la 3.40 televisión y el Mijas Semanal sigan loando su gestión, y la de su sustituta al frente del PSOE de Mijas, que casualmente es la consejera delegada de la citada televisión. Mas le valdría tener un nombre laico, limar las asperezas entre su grupo, y capitanearlo como el Cid hacia la derrota del 22 de Mayo. Un puesto en la Diputación bien vale perder una guerra.