Ni discutido ni discutible

La selección de España ha triunfado en el Mundial de Sudáfrica, ha hecho mucho más que ganar. Y el resultado ha sido tan bueno porque tenemos un equipo y una afición inmejorables.

El equipo está hecho de gente que se levanta cuando lo tiran al suelo. Hubo muchos Tassoti ayer dando codazos, pero todos los Luis-Enrique se levantaron sin aspavientos ni tonterías y siguieron luchando y corriendo. Tener una novia guapa no significa ser idiota, y hemos tenido un portero que sin las chulerías de Chilavert o Buffon, ha superado a Khan y ha parado todo lo que tenía que parar. Y todos ellos han hecho exactamente y en todo momento lo que les ha dicho un entrenador de verdad, un tío tranquilo que no necesita presumir ni insultar (pobre Maradona), que habla con naturalidad de su trabajo porque se lo toma en serio, que acierta con los cambios porque conoce a los jugadores y estudia sus movimientos, sabe lo que conviene al equipo.

Pero todo lo anterior no habría sido suficiente si ese equipo se hubiera sentido sólo. Jamás habríamos ganado a Alemania si Puyol hubiera dicho que su solidaridad enviando balones a Iniesta tenía un límite. No habríamos ganado a Portugal si Casillas hablara con los defensas utilizando un traductor. Pedro no se habría entendido con los demás utilizando el “silbo” de su isla. Y, en general, no habría podido celebrarse el partido si las decisiones del árbitro hubieran sido contestadas con manifestaciones de la defensa holandesa porque ellos tenían derecho a decidir.

España ha ganado porque es un equipo nacional y tenía una nación detrás. Y si algún Mr.Bean no se había enterado, debió salir a la calle anoche para darse cuenta de que los españoles están orgullosos de ser de ESPAÑA. Y ese sentimiento, ni es discutido ni es discutible, y ningún político nos va a quitar la ilusión de pertenecer a una nación donde todos sus integrantes luchan en una misma dirección por el progreso y el bienestar del equipo. A ver si se contagia a otros ámbitos.