martes, 3 de junio de 2008

La ilusión

Tenemos un entrenador con el que bajamos a segunda division en la última jornada de la pasada liga, y con el que hemos estado a punto de subir hasta el último momento, pero volvemos a seguir en segunda división otros 4 años. En cualquier equipo, habrían invitado al entrenador a irse, habrían subido a jugadores de la cantera, y habrían hecho algún fichaje de relumbrón. Es decir, se habría notado un cambio de actitud, que volviera a ilusionar a la afición, que llenara los campos, y que hiciera volar a los jugadores.

¿Qué ocurre en el PP? Pues que se ha prescindido de algunas figuras y ni siquiera hemos cobrado traspaso por ellas. Que seguimos manteniendo de capitán al mismo que ganaba ligas en 1970. Que hemos puesto de delantero centro a un canterano sin experiencia, pero con muy buenas formas. Y que en la defensa central hemos colocado a un tío que pide a los delanteros por favor que tiren flojito, y de vez en cuando profiere expresiones que aterrorizan al contrario tales como "córcholis o cáspitas".

¿Es bueno el entrenador? De los mejores, incluso mucho mejor que el del equipo contrario. Pero parece que el balonazo que le dieron en la cabeza el pasado 9 de marzo le ha dejado un poco "descentrado".

No te preocupes, Mariano, no hace falta carisma. La última vez que ganamos por mayoría absoluta lo hicimos con un inspector de hacienda bajito y con bigote charlotín. Tú sirves perfectamente para esta labor, eres uno de nuestros mejores candidatos (el mejor hasta el momento, pues eres el único). Y todos estamos contigo. Sin embargo, muchos no compartimos tus ultimas decisiones, y va siendo hora de hablar de ello claramente.

Dice Celia villalobos, lógicamente bien informada, que hemos perdido por culpa de nuestra actitud respecto a ETA y respecto al Estatuto de Cataluña. Y tiene toda la razón, aunque se equivoca en el planteamiento. La postura del PP ha sido exquisita, correcta, tolerante y constitucional. Pero hemos permitido que se venda como si fuera una actitud reaccionaria, facha y extremista.

Tenemos 4 años por delante para defender la igualdad de todos los españoles, el derecho a expresarse en una lengua común, y el derecho a vivir en libertad en cualquier parte de España. Estos son derechos básicos, irrenunciables, y se trata de explicarlos con claridad, una y otra vez, vayamos donde vayamos.

Recuerda, Mariano. Nuestro objetivo no es ganar las elecciones, sino conseguir que se respeten estos derechos. Lo de las elecciones es solo un medio, jamás un fin en sí mismo.

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