jueves, 13 de septiembre de 2007

Nessun Dorma

Efectivamente, que no duerma nadie. Lo primero es lo primero, debieron pensar sus padres, que le quisieron tanto que desearon que nunca le faltara el alimento; así, se hizo panadero, y de aquella época le viene su amor por el buen comer. Pero como no solo de pan vive el hombre, decidió alimentar su mente y la de los que le rodeaban, y se dedicó durante 12 años a ser maestro. Qué mayor satisfacción que la de transmitir conocimiento, educar en una palabra. Pero todavía le faltaba algo, tenía que llenar su alma. Y lo hizo. Y llenó la de todos nosotros. Y gracias a aquellos genios que le precedieron y consiguieron congelar el sonido, su voz durará siempre.

All’alba vincerò!

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